Conforme avanza la enfermedad de la persona con Alzheimer, se van modificando tanto la producción como la comprensión del lenguaje. Esto obliga a aprender otros modos de comunicación. Se trata de conseguir poder comunicarnos de una manera sencilla, lograr que sea capaz de expresar cuando aún pueda hacerlo y saber aprovechar los otros modos de comunicación existentes.
El Alzheimer es una Enfermedad mental progresiva que se caracteriza por una degeneración de las células nerviosas del cerebro y una disminución de la masa cerebral; las manifestaciones básicas son la pérdida de memoria, la desorientación temporal y espacial y el deterioro intelectual y personal.
Es responsable de entre un 60 y un 80 por ciento de los casos de demencia y no es una característica normal del envejecimiento. El factor de riesgo conocido más importante es el aumento de la edad, y la mayoría de las personas con la enfermedad son mayores de 65 años. Pero no es solo una enfermedad de la vejez. Aproximadamente 200.000 estadounidenses menores de 65 años tienen enfermedad de Alzheimer de inicio precoz (también conocida como Alzheimer de inicio temprano).
El Alzheimer empeora con el tiempo. El Alzheimer es una enfermedad progresiva, en la que los síntomas de demencia empeoran gradualmente con el paso de los años. En sus primeras etapas, la pérdida de memoria es leve, pero en la etapa final del Alzheimer, las personas pierden la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno. Este tipo de demencia es la sexta principal causa de muerte en los Estados Unidos. Las personas que padecen la enfermedad viven un promedio de ocho años después de que los síntomas se vuelven evidentes, pero la supervivencia puede oscilar entre cuatro y 20 años, dependiendo de la edad y otras afecciones de salud.
Si has llegado buscando información técnica y/o eres cuidador o cuidadora, este blog se ha hecho para ti.
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¿Debemos comunicar el diagnóstico a la persona enferma de Alzheimer?.
El criterio siempre es que la decisión de informar o no del diagnóstico provoque más beneficio que daño, por un lado, y en términos éticos considera el derecho que tiene toda persona de conocer su diagnóstico para, entre otras cosas, tomar decisiones importantes sobre sí misma y su futuro, mientras está capacitada para ello: temas legales, patrimonio, por quién y cómo quiere ser cuidado, tratamientos, etc. Esto debe ser evaluado por los familiares asumiendo que la persona necesitará apoyo y contención una vez se le dé la información.
Viviendo con Demencia (Guía Gratuita)
Esta guía surge como resultado de un proyecto de investigación conducente al título de diseñador Industrial de la Universidad de Chile, que tiene por objetivo explorar las necesidades espaciales de las personas con demencia con respecto a su entorno doméstico, y sistematizar la evaluación y diseño o rediseño de dicho espacio.
¿Qué pasos hay que seguir una vez obtenido el diagnóstico Alzheimer?
Cuando hay un cuadro de demencia con déficits cognitivos, síntomas conductuales y pérdida de autonomía para las actividades de la vida diaria, el diagnóstico hecho tras la realización de una historia clínica, un buen examen del estado cognitivo (apropiado a las circunstancias de cada persona), una analítica sanguínea que descarte déficits de vitaminas o hipotiroidismo y una…
Ante una sospecha de enfermedad de Alzheimer
La reacción de los pacientes negándose a ser visitados por este motivo es natural si consideramos que puede ser una situación muy amenazante que produce mucho temor, y por lo tanto, los mecanismos de defensa, como la negación, aparecen como una forma de proteger su propia identidad.
Edadismo: Las Múltiples Caras
El IMSERSO ha publicado un libro con título “La discriminación por edad de las personas mayores. Las múltiples caras del edadismo”, en el que se recogen varios artículos sobre distintos aspectos de la discriminación hacia las personas mayores, también llamada edadismo.
Pérdida de memoria en una persona joven, ¿hay que pensar en una posible enfermedad de Alzheimer?.
A estas edades sería muy raro, por no decir muy excepcional, sufrir una enfermedad de Alzheimer. Si hay síntomas que puedan recordarla, lo más probable a esa edad es que estos síntomas sean debidos a falta de sueño (el sueño es necesario para consolidar nuestros recuerdos), fatigabilidad aumentada o incluso por una depresión, procesos que habría que descartar mediante una exploración clínica por parte de su médico de cabecera.
Saber diferenciar los síntomas asociados a la edad de una posible demencia.
La pérdida de memoria asociada a la edad constituye la queja más habitual y la que más alarma social provoca. El hecho de no recordar nombres de personas conocidas, lo que iban a comprar o qué iban a hacer no significa que estén empezando a desarrollar la enfermedad de Alzheimer (EA).