Centros de Día para Personas con Alzheimer

¿Qué son los centros de día para personas con alzhéimer?

Los Centros de Dia, en la actualidad son una opción más a la hora de atender las necesidades de las personas mayores que necesitan una atención especifica y personalizada. Junto con las asociaciones afa’s y residencias, estos centros están teniendo cada vez más aceptación entre los usuarios por permitir y facilitar la conciliación laboral y familiar de sus cuidadores y ser, además de gran ayuda en el abordaje de las dependencias y demencias como es el caso de personas con la enfermedad de Alzheimer, sirven también para ayudar a potenciar o mantener todas las capacidades y habilidades cognitivas que aún conserva el paciente pero que comienzan a deteriorarse una vez que la enfermedad aparece en sus vidas, procurando que los afectados puedan seguir siendo lo más independientes posible en las actividades de la vida diaria que todavía son capaces de desarrollar.

Se trata por tanto de sitios especializados en las personas afectadas de demencias o cualquier otra patología que los ha vuelto cada vez más dependientes debido al deterioro causado por la enfermedad o también por el propio envejecimiento. Disponen estos centros de profesionales de diferentes sectores que trabajan para atender de la forma más completa posible todas las necesidades que pueden surgirles a estos usuarios, de forma específica y personal, con la particularidad de que estos solo permanecen allí durante determinadas horas al día, volviendo a sus casas por la tarde a la hora previamente concertada.

Estos centros de día están orientados a pacientes en sus primeras fases de la enfermedad, cuando aún no está muy desarrollada y no necesitan una asistencia continua y permanente. Además, muchas veces pueden utilizarse como paso previo para la adaptación del anciano a una residencia, donde será vigilado y atendido durante las veinticuatro horas del día.

¿Qué ventajas tienen estos sitios?

Una de las mayores ventajas que tienen los centros de día es que las personas mayores no se desvinculan de su ambiente familiar, o de referencia, al poder volver cada tarde al domicilio familiar y también permitir pasar los fines de semana y festivos en familia.

Por otra parte, como ventaja extra, no solamente están vigilados y atendidos, sino que están realizando actividades que potenciarán su calidad de vida, o al menos, procurarán mantenerla por todo el tiempo que sea posible su independencia funcional y procurando retrasar la aparición de los síntomas propios de la enfermedad.

De esta forma, podemos decir que los centros de día no son solo centros destinados a satisfacer las necesidades de entretenimiento de la persona, sino que también se establecen tratamientos de terapia ocupacional y ayudas para la enfermedad que padecen desde una perspectiva física (disponen de fisioterapeutas, médicos y enfermeros), psicológicas (mediante psicólogos y terapeutas ocupacionales) y sociales (mediante educadores sociales o psicólogos del centro).

¿Qué servicios ofrecen concretamente?

El equipo técnico es muy amplio y multidisciplinar, encontramos entre sus plantillas médicos, enfermeros, fisioterapeutas, psicólogos y otros profesionales fundamentales y necesarios para satisfacer las necesidades de cada persona, aunque siempre dependerá de los recursos humanos de los que el centro disponga. Por ello es importante visitar varios centros, preguntar sobre las actividades y todo lo concerniente al bienestar de nuestro familiar, antes de elegir uno.

La atención que se ofrece durante el día está personalizada, es individual y se pretende integral para abordar la enfermedad de cada persona. Abarca todas sus vertientes y procuran que los pacientes puedan seguir viviendo en sus casas durante el mayor tiempo posible, sin dejar de lado las dificultades médicas, psicológicas o sociales de cada usuario dentro y fuera del centro de día.

Estos centros ofrecen una gran variedad de terapias diferentes, actividades y talleres. Los más comunes son los talleres de manualidades, charlas que puedan interesar al sector, cursos de costura, cocina o juegos, ejercicios de rehabilitación mediante fisioterapia y actividades de estimulación como salidas y jornadas de convivencia con otros centros y colectivos afectados que potencian las habilidades cognitivas como la psicomotricidad o la agilidad mental para pensar o hablar. Por otra parte, la gran mayoría de estos centros cuentan con instalaciones adaptadas a sus necesidades que incluyen servicio de cafetería o comedor ofreciendo desayunos, almuerzos y meriendas antes de volver a sus respectivos domicilios. Esto hace que sea una buena opción para los familiares cuidadores que trabajan fuera de casa con jornada completa.

¿Qué diferentes tipos de centros podemos encontrar?

Desde el punto de vista jurídico los centros pueden ser:

Públicos: están financiados por la Administración pública por lo que no cuestan dinero. A ellos se suele acceder a través de los servicios sociales de la localidad de referencia.
Privados con plazas concertadas: realmente pertenecen a una entidad, empresa o sociedad o mercantil pero gran parte de sus plazas o incluso, en ocasiones, su totalidad son concertadas con la Administración Pública.
Privados, los cuales no se dispone de plazas concertadas y hay que pagar íntegramente la estancia del mayor en el centro.

Desde el punto de vista del enfoque de para quiénes está dirigido pueden ser:

Válidos: suelen tener un carácter privado, se enfocan en personas que todavía pueden valerse por sí mismas y tienen cierta independencia. De esta forma, acuden al centro a fomentar sus capacidades cognitivas con actividades (además de por ocio) y para socializar con otras personas con su misma condición médica a través de talleres de estimulación cognitiva, dinámicas de grupo, etc.
Asistidos: se centran en el servicio a las personas que son dependientes, es decir, necesitan ayuda y no pueden realizar las actividades cotidianas o de carácter básico de forma independiente o por sí mismos.Sus instalaciones suelen estar adaptadas a usuarios con poca movilidad, además de contar con personal especializado.
Mixtos: aceptan y atienden tanto a un grupo de personas como al otro que hemos mencionado anteriormente. Normalmente se suelen dividir en plantas o sectores donde los usuarios son distribuidos según el grado de independencia que mantengan y las limitaciones propias de la enfermedad que cada uno padece. De esta forma es todo mucho más dinámico y las actividades son mucho más eficaces, específicas, concretas y personalizadas

Cuidar de personas mayores cuando empiezan a ser dependientes en sus actividades de la vida diaria requiere de un gran esfuerzo por parte de los cuidadores familiares, son además patologías que se pueden extender en el tiempo por lo que contar con recursos como estos centros se convierte en una ayuda fundamental y casi en la única herramienta que las administraciones ponen a disposición de los usuarios al menos de momento. También es imprescindible que estas instituciones estén supervisadas y controladas en su funcionamiento interno siguiendo unos protocolos estrictos para que realmente sean eficaces y cubran todas necesidades que nuestros mayores puedan ir necesitando, aportando dignidad en sus vidas en esta última etapa de su trayectoria vital, así como mejorando en todo lo posible su calidad de vida y la de sus familiares y cuidadores.