En el siguiente documento que hoy os compartimos, tres profesionales de enfermería nos dan las claves para prevenir, tratar y curar heridas por fricción y/o úlceras por presión, e incluye un interesante apartado sobre alimentación más adecuada. Este tipo de heridas son las que más padecen los enfermos de Alzheimer y personas encamadas o que usan sillas de ruedas.
Úlceras por Presión: Recomendaciones para el Paciente y su Cuidador.
Una úlcera por presión es una lesión causada por una presión mantenida en una zona del cuerpo que produce daños tanto en la piel como debajo de la misma.
Este tipo de úlceras, también llamadas escaras o llagas, son difíciles de curar y pueden comprometer seriamente la salud de quienes las padecen. Las infecciones son frecuentes y hay que vigilarlas a diario.
Largos periodos de presión provocan el empeoramiento de las úlceras y enlentecerán su curación.
Las Úlceras por Presión se forman habitualmente en las partes del cuerpo donde los huesos son más prominentes, como las caderas, sacro o rabadilla, tobillos y talones; así como en zonas que soportan el peso del cuerpo cuando estamos sentados o tumbados durante largo tiempo.
Las úlceras por presión en estas zonas, además de por presión, también se pueden producir por fricción (arrastre del cuerpo al subirlo hacia la cabecera de la cama) o deslizamiento (cuando está sentado y se resbala poco a poco).
¿Causas?
– Presión
– Fricción y/o deslizamiento
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Autores: Amparo Galindo Carlos (Enfermera) Óscar Germán Torres de Castro (Enfermero) Eva Delgado Aguayo (Enfermera)
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